lunes, 12 de abril de 2010

Atraco en el museo

Javier Fernández Domínguez

Hacia tiempo que no acudía a un museo. En esta ocasión visite unas cuevas de la prehistoria en la localidad francesa de Sara y la verdad sea dicha ha sido un atraco a mano armada. La entrada ha costado 7 euros. Vamos a ver. Es normal que después se quejen de que la gente no va a los museos, porque a mi me han engañado en esta ocasión, pero allí no vuelvo a picar.

Ha sido una visita de media hora en la que la guía más que informar repetía el guión que se tenía estudiado. Un guión que lo aprende un crío en sus primeros años de colegio, es decir, que he salido sin saber nada nuevo. Además no dejaban sacar ninguna fotografía, ¿razón? Me podría dar muchas que con mi ignorancia geológica podrían ser creíbles como por ejemplo, que al poner en funcionamiento el sistema mecánico de la cámara podría alterar el microclima de la cueva o que el flash (algo que no se me pasó por la cabez utilizar) puede afectar a las rocas, pero no las utilizó. Al contrario. Utilizó un argumento que no me lo creo. Resulta que no se podían sacar fotografías debido a que afectaban a los murciélagos. ¿Con decir murciélagos te refieres a esos que estaban a treinta centímetros de los focos sin moverse en sitios que casualemente conincidían con las paradas de los visitantes?

Me indigna que a los turistas nos traten como ignorantes. Primero, porque no quieren que saques fotos para después comprar postales en la tienda. Y segundo, porque es un insulto que cobren 7 euros por no ver nada. Si quieres cobrarme ese precio, ofreceme más.

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