jueves, 13 de mayo de 2010

El respeto, ¿dónde ha quedado?

María García.
Todos los días me acerco a mi trabajo en autobús, es cómodo, rápido y relativamente asequible. Coger un autobús también tiene una cara negativa, compartes el autocar con unas 30 personas más, cada cual de su condición, cada uno "hijo de su madre". Cuando digo esto es porque hay gente de todo tipo, incluyendo aquellos que parecen no haber oído hablar de modales o respeto en su vida.

El otro día nada más subir al autobús en la parada de Gran Vía noté un calor abrumador, era uno de esos días de hace un par de semanas en los que los termómetros rondaban los 30 grados. El calor, el espacio cerrado y la gente que no se ducha cada día, son una mezcla explosiva que se hace notar dentro de un autobús. Recuerdo que había un olor terrible que junto con la alta temperatura hicieron que fuera medio viaje mareada. Y es que me parece una falta de respeto enorme la de esa gente que no cuida su higiene personal.

El otro día iba un chico escuchando música con su mp3, me pregunto para qué llevaría los cascos porque absolutamente todo el autobús podía escuchas sus canciones. No comprendo como no le daba vergüenza. Si quieren escuchar música, que la escuchen pero a un volumen "normal", en primer lugar por la buena salud de sus oídos y en segundo por respeto a los demás.




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