miércoles, 10 de marzo de 2010

Bonaparte, un paso atrás por favor


Kepa Rodríguez Alday

Meses de espera por fin dan su fruto, tengo el nuevo disco de Standstill en mi escritorio, a solo dos clicks de poder escucharlo. Cojo carrerilla y abro la carpeta, selecciono las canciones, aprieto la tecla de comando y la O, se abre el Itunes y se cargan las canciones.
Lo que entra por mis oídos es, simplemente, inclasificable. No puedo entenderlo.
El grupo que alcanzó el status de "banda de culto" gracias a trabajos tan excelentes como "Standstill", "Memories Collector" o "Vivalaguerra" está tirando su reputación por la borda a cada segundo que pasa.
Quiero achacar este desastre a que han querido rizar el rizo rizado con un rizador, porque si no no hay explicación posible. Musicalmente es un trabajo muy pobre, plagado de samplers (para los no familiarizados con el término, pistas de audio grabadas y lanzadas por ordenador), carente de guitarras y baterías, sustituidas sin mucha fortuna por percusiones y vientos.
"Adelante Bonaparte" es un esperpento si se analiza como disco, puede que los catalanes hayan querido dar una dimensión artística a su trabajo que está fuera de mi alcance visual. Pero el hecho de que, de 20 cortes, solo se salven 3 o 4 ("Cuando ella toca el piano" es una delicia), en mi opinión deja patente que la genialidad de Standstill ha dado paso a una carencia de ideas, sustentada en dejar el análisis de este trabajo a la libre interpretación y apoyada en la fama que, merecidamente, han logrado a lo largo de los años.
Eso si, a modo de protesta, llevo oyendo su disco homónimo todo el día. A mi no me la dan con Bonaparte.

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