lunes, 1 de marzo de 2010

Obras, sinónimo de caos


Jon Larrinaga Sarría

No hace falta ser muy inteligente para darse cuenta de que las obras están siendo una gran molestia tanto para el alumnado como para el profesorado en la UPV, todos somos conscientes de que es una molestia que hay que aguantar para que en un futuro la universidad tenga un aspecto decente.
Pero llega un momento en el que estas molestias se agrandan hasta el punto de hacerse insoportable.
El otro día, buscando aparcamiento ( un auténtico reto en esta universidad ), tuve que dar la vuelta toda la universidad para intentar encontrar en la facultad de enfermería.
Como no encontré, decidí volver a dar la vuelta como siempre, pero para mi sorpresa la carretera de acceso que te permitía retornar hacia el aulario estaba cortada, la única vía que te ofrecían era la que lleva hacia Bilbao directamente.
Yo estaba nervioso, puesto que tenía un exámen ese día, tuve que bajar hacia la carretera que lleva hacia Bilbao para dar la vuelta, no encontré una rotonda para dar la vuelta hasta que pasaron 10 minutos, metí el turbo despúes para retornar a la universidad sin llegar tarde al exámen.
Cuando llegué aparqué en el polideportivo y fuí corriendo al exámen, al cual llegué cinco minutos tarde.
Yo llegué a la Universidad con 20 minutos de antelación para repasar y buscar el aula, pero esta gracia de las obras me hizo perder casi media hora.
Actualmente no se si estará abierta la ruta, puesto que no me he atrevido a arriesgarme otra vez, pero la verdad es que muchos profesores se quejan de la inpuntualidad de los alumnos cuando la principal causa de ello es la propia UPV. ¿ No podrían haber abierto una ruta alternativa o como mínimo poner un cartel avisando? Todo ello por no mencionar la "simpatía" de los obreros, que te dicen que te apartes cuando estás fuera del edificio reformado tranquilamente durante de un descanso.

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