Elisa Fernández Perojo
Después de casi 15 días de unas dulces y maravillosas vacaciones, la vuelta a la rutina se hace más dura que la cuesta de enero.
Para colmo de males, todos pensamos que aún queda mucho tiempo para que lleguen los tan odiados exámenes de junio, pero siento decir que se encuentran a la vuelta de la esquina, al igual que el buen tiempo. Conclusión, estudiar con buen tiempo es imposible, por tanto, los suspensos serán mayoría.
La vuelta a la rutina es demasiado dura.Todos desearíamos tener una vida relajada en la que no hubiese obligaciones y así poder dormir hasta las 2 de la tarde.
Desde aquí quiero quejarme por esto mismo. Por no poder vivir sin obligaciones y hacer lo que nos de la gana cuando nos de la gana y como nos de la gana. Quiero quejarme de esta sociedad en la que vivimos en la que no se puede vivir sin dinero y por ello tenemos que levantarnos a las 7 de la mañana durante 30, 40 o quién sabe si 50 años de nuestra vida.
Después de casi 15 días de unas dulces y maravillosas vacaciones, la vuelta a la rutina se hace más dura que la cuesta de enero.
Para colmo de males, todos pensamos que aún queda mucho tiempo para que lleguen los tan odiados exámenes de junio, pero siento decir que se encuentran a la vuelta de la esquina, al igual que el buen tiempo. Conclusión, estudiar con buen tiempo es imposible, por tanto, los suspensos serán mayoría.
La vuelta a la rutina es demasiado dura.Todos desearíamos tener una vida relajada en la que no hubiese obligaciones y así poder dormir hasta las 2 de la tarde.
Desde aquí quiero quejarme por esto mismo. Por no poder vivir sin obligaciones y hacer lo que nos de la gana cuando nos de la gana y como nos de la gana. Quiero quejarme de esta sociedad en la que vivimos en la que no se puede vivir sin dinero y por ello tenemos que levantarnos a las 7 de la mañana durante 30, 40 o quién sabe si 50 años de nuestra vida.
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