miércoles, 19 de mayo de 2010

La puntualidad parece no existir


Romina Cabeza Izquierdo

Mi queja de esta semana va dirigida al trato que dan en ocasiones las compañías de autobuses. Pues bien, hace unos días me disponía a realizar mi pequeño viaje, y todo muy normal hasta que llego la hora de salida y empiezan aparecer esas sorpresitas que no te esperas. Pero no, no sorpresas precisamente buenas. La salida era “supuestamente”a las cinco de la tarde ¿y a que hora fue a salir? , para ser exactos a las 17: 35. Según explicaron el autobús tenia algún fallo, y yo me pregunto ¿esto no lo pudieron haber mirado con anterioridad? , nos hubiéramos ahorrado más de media hora de espera y no solo eso si no las voces de las señoras en tus oídos diciendo que tenían que llegar cuanto antes, si señoras yo también y no me dediqué a murmurar de un lado para el otro.
Pero esta no fue la única cuestión, una vez que ya por fin estamos dentro, me doy cuenta de algo que también quería mencionar desde hacia tiempo en alguna crítica. El tema es que me llama mucho la atención y por ello también quiero quejarme. Más de tres veces he escuchado a alguien preguntar al conductor dentro del autobús (ojo, en diferentes días) ¿me podría abrir la puerta del servicio? y todos contestan con un “no, porque es que está estropeado”. Entonces yo me digo que casualidad que siempre lo están, ¿cuándo los arreglarán? eso no se sabe, mientras recomiendo ir al baño antes de ir en autobús.

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