Leticia Álvarez-Sala VillazónEsta más que claro que las obras de la UPV dan de qué hablar, pero por desgracia no solo alli se cometen errores o se molesta a alumnos y profesores.
En Gijón, Asturias, le tenemos un cariño especial a la Universidad Laboral, tanto que de vez en cuando nos gusta pasear por sus jardines o admirar su arquitectura. Este fin de semana pude acercarme a la universidad para disfrutar de uno de esos pocos días de sol de que gozamos en el norte. Cuando pasaba por el aparcamiento, me dió de golpe en la cara una señal que indicaba “solo personal autorizado”, situada en la salida. Me llamó la atención ver una señal para los que entran por donde no se puede entrar, asi que por curiosidad comprobé, primero, que por ahí no se puede acceder al aparcamiento, tal y como indica una señal de prohibido apalastada por algún inocente que picó con el cartel, y segundo, que en la verdadera entrada no habia cartel o señal de ningún tipo que indicara algo parecido.
Yo me pregunto si la señal pertenece al aparcamiento de enfrente (un pequeño boicot de obreros rebeldes), o sencillamente significa que “solo el personal autorizado puede entrar en dirección prohibida y por encima de las señales”. Supongo que al final, lo más gracioso de todo el asunto es que, en realidad, el aparcamiento no está restringido al personal no autorizado.
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