El tramo que une la salida de Sagrado Corazón en Bilbao, hasta llegar a los desvíos de Santander o Plentzia son una verdadera trampa para los conductores. Pese a llevar más de un año este tramo en obras, el asfalto está mal pavimentado, los carriles son muy estrechos y las curvas peligrosas. Además se trata de una carretera de gran densidad de tráfico y el mal tiempo, genera que esta vía resulta un punto muy peligroso. Las únicas medidas utilizadas por las autoridades, son las de poner un cartel de curvas peligrosas y la de limitar la velocidad a 60 km/ hora, pese a que los rádares sigan marcando a 80 km/ hora. Por lo tanto precaución hasta que no solucionen este tramo de la autovía .
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