Sandra iglesias bermejo
El domingo naciendo un recorrido matutino en direccion al casco viejo iba en compañia de un par de amigas cuando de repente una de ellas tropezó de manera que de haber llegado a caerse al suelo podría haber salido mal parada. La causa por la que se puede uno tropezar en un lgar tan liso como ese no era otra que descubrir el resto de lo que antes habia sid un pivote de hierro que tanto adornan nuestras aceras bilbainas. Al parecer algún coche podria habeselo llevado por delante pero en lugar de ser sustituido de inmediato o almenos señalizado, a alguien se le ocurrió la maravillosa idea de dejarlo tal cual para que pensar que alguien podría dejarse los dientes en el intento de un paseo tranquilo. Esta visto que lo único que importa es hacer mas y más garajes porque eso si sale rentable o llenar Bilbao de rotondas, edificios altos sin uso justificado pero ¿para que gastar el dinero en eliminar los desperfectos que nos encontramos como el susodicho? por no hablar de los gigantescos baches de las carretera del mercado que parecen comerse nuestros coches, pero ese es otro tema...
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