Sueña, rie, lucha

Beatriz Casielles Alvarez

Mi queja hoy va dirigida en contra de las pautas establecidas que marca la sociedad. Vivimos amargados por las obligaciones y nos olvidamos del objetivo que la gran mayoría de las personas tenemos, ser felices. Trabajo, estudios y compromisos de diversa índole son cosas que hacen que nuestra vida sea un poco más difícil y tengamos días en los que no apetezca ni amanecer. Dicen que la vida no es fácil y a veces pienso que somos nosotros quienes la hacemos tan complicada. Antiguamente que no había tanta innovación ni recursos, la gente era mas feliz. Cultivaban su huerto y sobrevivían con lo que tenían, preocupándose únicamente de aquellas cosas que verdaderamente importaban. Un ejemplo son los niños de hoy en día, tienen tantas cosas y se les permite tanto que son, en su mayoría, más infelices. No valoran la simpleza y virtud de jugar con una pelota y eso amigos, es un gran problema. Cada vez es mayor el número de personas que sufren depresión o que no ven la luz al final del túnel y todo por las malditas obligaciones que te dejan sin tiempo y sin ganas de hacer mucho más. Por ello invito a reflexionar e incito a la gente a que trabaje lo justo y necesario y haga lo que realmente le llena. Vida solo hay una y sé que suena a tópico pero a pesar de serlo es importante recordarlo.