sábado, 6 de marzo de 2010

El ser humano y la naturaleza

Javier Fernández Domínguez

En estos tiempos que corren hay tres temas en boca de todos: la crisis económica, la jubilación a los 67 años y el cambio climático. El medio ambiente esta en peligro, diga lo que diga el primo de Rajoy. Dicen que las catástrofes sufritas en este año primero en Haití y después en Chile son una clara señal, no lo se.
Lo que si se, es que los gobiernos de las potencias mundiales no se ponen de acuerdo para solucionarlo. Bueno, lo de solucionarlo es un decir, ahora no hay marcha atrás. Lo único que podemos hacer es no agravar el problema, que no vaya a más. ¿Tan difícil es ponerse de acuerdo en algo que afecta a toda la humanidad? ¡Pues si! Sólo con pensar que en las reuniones de escalera cuatro vecinos no se ponen de acuerdo para cambiar una bombilla, no quiero ni pensar lo que tiene que suceder en una reunión de esas.
¿Cuál es el problema para que no se pongan de acuerdo? El dinero, los chines, los duros, las pelas, el money, la pasta, los chavos… llámalo como quieras. Al fin y al cabo detrás de todos los problemas siempre esta el dinero. Un cambio relativamente sencillo sería cambiar los coches de gasolina por eléctricos, pero tiene una pega. El país que controle un área petrolífera tiene mucho poder y la mayor rentabilidad que se le saca a este mineral es utilizándolo como gasolina, por lo tanto, si se cambia el funcionamiento de los vehículos adiós al poder. Por eso grandes países como EE.UU. y China no se ponen de acuerdo, porque es un asunto que les perjudicaría en exceso.

Sólo digo una cosa, como no cambie nuestra forma de pensar nos vamos todos a pique.

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