Iván Jaspe Gordo
En las últimas semanas, ir a la sala de ordenadores del edificio reformado es como asistir a un país en post-guerra. En absoluto me refiero a que la clase esté sucia ni desordenada. El problema es que el parte de bajas es cada vez mayor semana a semana y no parece tener solución.
Ya, desde hace unos meses, es habitual ver en los monitores de algunos ordenadores post-it pegados con la inscripción "no funciona". Al principio se veían uno o dos. A las dos semanas otro par. Y, este lunes, el parte era ya desolador, con los ordenadores marcados en amarillo en grupos de 4. No solo no se recuperan los "heridos", sino que aparecen más y más víctimas.
Y éste no es el último problema. Como bien saben los alumnos, en los ordenadores de la universidad no se puede instalar ningún programa (Lo cual es lógico). El conflicto viene cuando los programas ya instalados, como el mozilla firefox, tienen que instalar actualizaciones y el ordenador se lo impide. Hay ordenadores en los que ésto se solventa sin mayores problemas en unos segundos. Eso sí. Cada vez que se cierran las ventanas hay que volver a esperar a que deniegue la instalación. Por otra parte, otros ordenadores han llegado hasta tal punto que el navegador de mozilla ya no se ejecuta directamente; cosa molesta para quienes no tenemos mucha simpatía con el navegador de Bill Gates.
Esperemos que la "enfermería" se vaya vaciando pronto y los post-it amarillos den paso a los 256 colores de las pantallas encendidas y a la ventada de mozilla abierta al momento.
En las últimas semanas, ir a la sala de ordenadores del edificio reformado es como asistir a un país en post-guerra. En absoluto me refiero a que la clase esté sucia ni desordenada. El problema es que el parte de bajas es cada vez mayor semana a semana y no parece tener solución.
Ya, desde hace unos meses, es habitual ver en los monitores de algunos ordenadores post-it pegados con la inscripción "no funciona". Al principio se veían uno o dos. A las dos semanas otro par. Y, este lunes, el parte era ya desolador, con los ordenadores marcados en amarillo en grupos de 4. No solo no se recuperan los "heridos", sino que aparecen más y más víctimas.
Y éste no es el último problema. Como bien saben los alumnos, en los ordenadores de la universidad no se puede instalar ningún programa (Lo cual es lógico). El conflicto viene cuando los programas ya instalados, como el mozilla firefox, tienen que instalar actualizaciones y el ordenador se lo impide. Hay ordenadores en los que ésto se solventa sin mayores problemas en unos segundos. Eso sí. Cada vez que se cierran las ventanas hay que volver a esperar a que deniegue la instalación. Por otra parte, otros ordenadores han llegado hasta tal punto que el navegador de mozilla ya no se ejecuta directamente; cosa molesta para quienes no tenemos mucha simpatía con el navegador de Bill Gates.
Esperemos que la "enfermería" se vaya vaciando pronto y los post-it amarillos den paso a los 256 colores de las pantallas encendidas y a la ventada de mozilla abierta al momento.
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