Este es mi cuarto año de carrera y todavía no he conocido la universidad sin andamios o escombros y me quejo porque supongo que a la mayoría de vosotros os ha ocurrido lo mismo.
No les ha valido con marearnos durante cuatro años con las paradas de autobuses y con los insoportables ruidos de martillos que cada vez que astíamos a una clase interesante se volvían más intensos. Ahora la novedad es que han cerrado los baños de la planta baja del edificio reformado. Si te encuentras apretad@ no tienes más remedio que echar una carrera hasta la primera planta.
Eso si, los baños son estupendos, amplios y muy nuevos pero ya basta de obras por favor. Estamos cansados de seguir cartelitos que nos indican por vigésima vez el cambio de situación de la secretaría o el despacho de un profesor.
Desde aquí quiero pedir puntualidad, en la medida de lo posible, ya que al inicio de mi carrera me dijeron que disfrutaría de una facultad reformada y nueva y creo que para que ese momento llegué aún van a pasar por la universidad unas cuantas generaciones más.
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