Andrea Hernández Saiz
Puede ser que esta queja ya esté escrita por alguien, pero ha llegado un punto en el que ya no sé de que quejarme.
Todos hemos podido observar la variedad de colores que decoran nuestra UPV de Leioa, y es que hoy, de poco algunos de mis compañeros nos quedamos ciegos.
Por la tarde, hemos estado en el edificio de la secretaría, la cual han pintado de un color blanco,que pasando los días se está volviendo más negra que su color inicial. Dentro de poco la van a tener que volver a pintar, porque es entrar e ir fijándote en todos los manchones que la caracterizan.
Esperando a entrar en uno de los despachos de ese edificio, se nos ha ocurrido investigar un poco y hemos entrado en una sala que para que el color no te hiciese daño en los ojos, habría que ponerse gafas de sol. Se trataba de un medio pasillo verde chillón fosforescente, que si te lo propones, te sirve para montar una "private-party".
Desde luego no sé quién ha diseñado las reformas de la nueva UPV,y sobre todo, quién ha escogido los colores para las paredes.
En su momento ya critiqué esas escaleras en las que irónicamente, comenté que se podía jugar al parchís con ellas, pero es que ahora parece que la quieren convertir en un circo o algo de eso.
¿Esos colores demasiado alegres que son para que vayamos más motivados a la uni? Porque más que motivar, espantan.
Puede ser que esta queja ya esté escrita por alguien, pero ha llegado un punto en el que ya no sé de que quejarme.
Todos hemos podido observar la variedad de colores que decoran nuestra UPV de Leioa, y es que hoy, de poco algunos de mis compañeros nos quedamos ciegos.
Por la tarde, hemos estado en el edificio de la secretaría, la cual han pintado de un color blanco,que pasando los días se está volviendo más negra que su color inicial. Dentro de poco la van a tener que volver a pintar, porque es entrar e ir fijándote en todos los manchones que la caracterizan.
Esperando a entrar en uno de los despachos de ese edificio, se nos ha ocurrido investigar un poco y hemos entrado en una sala que para que el color no te hiciese daño en los ojos, habría que ponerse gafas de sol. Se trataba de un medio pasillo verde chillón fosforescente, que si te lo propones, te sirve para montar una "private-party".
Desde luego no sé quién ha diseñado las reformas de la nueva UPV,y sobre todo, quién ha escogido los colores para las paredes.
En su momento ya critiqué esas escaleras en las que irónicamente, comenté que se podía jugar al parchís con ellas, pero es que ahora parece que la quieren convertir en un circo o algo de eso.
¿Esos colores demasiado alegres que son para que vayamos más motivados a la uni? Porque más que motivar, espantan.
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