lunes, 10 de mayo de 2010

¡Dejen espacio!

Nerea Ortega Cozar
Esta semana me voy a quejar de todo un clásico en las calles españolas: las señoras que van por el medio de la acera y no se dejan adelantar. Seguramente a más de uno le habrá tocado sufrir alguna vez este colectivo, normalmente de señoras mayores, que van en packs indivisibles como los yogures y que, durante unos segundos (¿eternos?), se convierten en tu peor pesadilla.
Cuando te toca hacer frente a uno de esos grupitos, inmediatamente tu cabeza empieza a trazar varios planes. Uno de ellos es pedir amablemente que te dejen pasar. En el 99% de los casos es inútil, porque van tan a lo suyo que ni se enteran. El otro plan es aprovechar el hueco y pasar a duras penas. Puede parecer sencillo, pero no lo es. Todas ellas tienen un sexto sentido que les hace moverse para el lado por el que intentas adelantar. Y ahí te encuentras tú, al rebufo de la señora, como un coche de Fórmula 1, haciendo el baile de la cobra de un lado para otro y con ganas de gritar: ¡¡Señora, céntrese en un punto fijo y déjeme pasar, por dios!!
Así que desde aquí ruego encarecidamente a todas aquellas señoras que tienen la costumbre de formar melés humanas por las aceras: ¡dejen espacio!

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