Lara Espino Rodríguez
Digo yo que por qué se le está dando tanto bombo a la gente esta famosa que en los últimos años se ha dedicado a robar a los ciudadanos marbellís, sí, sí, esa gente a la que en este momento todos y todas ponéis cara. Y es que es indignante que pasen estas cosas ¿verdad?.
Indignante también les debe parecer a ese público tan peculiar e ignorante que sale detrás de las cámaras y que se dedica a aplaudir o a abuchear con un ímpetu indescriptible. Y digo ignorante sin ánimo de ofender, pero es que según gran parte (o por lo menos esa impresión da) de la opinión pública el hecho de que alguien robe dinero que no es suyo, que se paga de manos de gente a la que le cuesta demasiado trabajo ganarlo y que se traduce de forma hipócrita e irónica en impuestos por y para el beneficio público y ciudadano y que tenga nombre de famoso resulta impactante y digno de condenar tajantemente, publica y judiacialmente.
Lo que ocurre es que en este país y en todos los que conforman este mundo corrupto en su mayoría, no solo roban Isabel Pantoja, Julián Muñoz o su ex mujer, si no que lo hace el alcalde de tu pueblo que solo tiene 1.000 habitantes y tu vecino, ese que ha accedido al cargo porque su tío también está metido en el ayuntamiento. También roba el alcalde del pueblo de al lado y el de todos los pueblos y ciudades circundantes.
¿Y si no, como es que de repente una familia que ha vivido de las vacas toda su puñetera vida aparece con la casa reformada y 3 bmw a las puertas de la cuadra, cuya carrocería dista mucho de ser de segunda mano, en menos e medio año?. Cosas tan curiosas como estas pasan todos los días y nadie se preocupa de preguntar que qué pasa con estas historias tan peculiares, por que de hacerlo el horario televisivo no tendría tiempo para narrar, debatir e investigar todos los casos de corupción que se suceden en este país.
Nadie se preocupa de preguntar, nadie se da cuenta o lo mejor de todo, nadie hace nada porque mucha gente ve tan normal que pasen estas cosas que lo asumen con una pasividad pasmosa.
Al final lo que pasa es que quien se dedica a reivindicar sus derechos, a atarse a árboles para conseguir lo que quiere o cargar vestido de verde contra petroleros en alta mar es el loco que no sabe lo que hace...lo que dije yo...gnorancia...
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