Iñigo Crespo Beloki
Casi todas las cadenas de televisión emplean la madrugada para emitir programas de concurso telefónico, con los que por una llamada puedes ganar miles de euros. Sin embargo, esta lotería televisiva es de dudosa rentabilidad para quien la juega. La fórmula es la siguiente:
Una persona, joven en la mayoría de los casos, ofrece dinero por adivinar la solución de todo tipo de juegos (sopas de letras, diferencias entre dos dibujos, una operación matemática...). Estos acertijos son, casi siempre, fáciles de descifrar. Pero los presentadores harán todo lo posible para hacerte pensar que eres el único que tiene la respuesta. "Producción, yo creo que os habéis pasado esta vez", "qué difícil está esto", "no encuentro la diferencia"...
En ocasiones, regalan unos cientos de euros en los primeros minutos del programa para generar confianza en el público que se muestra escéptico ante este tipo de juegos. Una vez creado este clima, introducen un nuevo problema con el que estarán varias horas. En ese lapso de tiempo, no conectan con ninguna llamada a pesar de que, curiosamente, tienen 5 ó 6 líneas abiertas.
En el mejor de los casos, introducen una llamada a plató. Muchas de estas llamadas, por su parte, tienen fundadas sospechas de ser falsas. Ejemplo: - ¿Cuál es el planeta más cercano a la Tierra? - Ecuador.
Una vez llegado el final del programa y el premio asciende a, por ejemplo, 50.000€, una persona irrumpe en el estudio a través de su teléfono, pronuncia la solución y se lleva la sorpresa: "¡Correcto, 500€ garantizados! Ahora, por 50.000, contesta a tres preguntas correctamente en 5 segundos". La primera y última pregunta que se formula no es precisamente del nivel del problema anterior; es digna de ser, cuanto menos, una de las cinco últimas preguntas de 50x15.
Esto sucede en el mejor de los casos. En otros, la situación es bien diferente. En una ocasión, fácilmente accesible desde Youtube, se trataba de una sopa de letras en la que había que dar con un nombre de chica. Muchas personas fueron las que llamaron durante varias horas y dijeron Matilde, Paula, Lucía... Llegado el minuto final del programa, la presentadora abrió el sobre y dijo: "no tenemos más tiempo. La solución es..." Miró la respuesta, miró a cámara, volvió a mirar el sobre, de nuevo a cámara y dijo: "¡Llanos! hasta mañana, buenas noches".
¿¿¿Llanos???
Casi todas las cadenas de televisión emplean la madrugada para emitir programas de concurso telefónico, con los que por una llamada puedes ganar miles de euros. Sin embargo, esta lotería televisiva es de dudosa rentabilidad para quien la juega. La fórmula es la siguiente:
Una persona, joven en la mayoría de los casos, ofrece dinero por adivinar la solución de todo tipo de juegos (sopas de letras, diferencias entre dos dibujos, una operación matemática...). Estos acertijos son, casi siempre, fáciles de descifrar. Pero los presentadores harán todo lo posible para hacerte pensar que eres el único que tiene la respuesta. "Producción, yo creo que os habéis pasado esta vez", "qué difícil está esto", "no encuentro la diferencia"...
En ocasiones, regalan unos cientos de euros en los primeros minutos del programa para generar confianza en el público que se muestra escéptico ante este tipo de juegos. Una vez creado este clima, introducen un nuevo problema con el que estarán varias horas. En ese lapso de tiempo, no conectan con ninguna llamada a pesar de que, curiosamente, tienen 5 ó 6 líneas abiertas.
En el mejor de los casos, introducen una llamada a plató. Muchas de estas llamadas, por su parte, tienen fundadas sospechas de ser falsas. Ejemplo: - ¿Cuál es el planeta más cercano a la Tierra? - Ecuador.
Una vez llegado el final del programa y el premio asciende a, por ejemplo, 50.000€, una persona irrumpe en el estudio a través de su teléfono, pronuncia la solución y se lleva la sorpresa: "¡Correcto, 500€ garantizados! Ahora, por 50.000, contesta a tres preguntas correctamente en 5 segundos". La primera y última pregunta que se formula no es precisamente del nivel del problema anterior; es digna de ser, cuanto menos, una de las cinco últimas preguntas de 50x15.
Esto sucede en el mejor de los casos. En otros, la situación es bien diferente. En una ocasión, fácilmente accesible desde Youtube, se trataba de una sopa de letras en la que había que dar con un nombre de chica. Muchas personas fueron las que llamaron durante varias horas y dijeron Matilde, Paula, Lucía... Llegado el minuto final del programa, la presentadora abrió el sobre y dijo: "no tenemos más tiempo. La solución es..." Miró la respuesta, miró a cámara, volvió a mirar el sobre, de nuevo a cámara y dijo: "¡Llanos! hasta mañana, buenas noches".
¿¿¿Llanos???
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