Elisa Fernández Perojo
Gracias a Dios hoy en día las cosas ya no son como cuando nuestra generación empezaba a ir al colegio. Con 21 y 22 años, si fuera por los conocimientos adquiridos en el colegio e instituto muchos no sabríamos ni contar hasta 100 en inglés.
Creo recordar que en mis años se empezaban a dar clases de inglés en 3º de primaria, es decir, con unos 8 años. Ahora las cosas han cambiado y nos hemos dado cuenta que para aprender un idioma a la perfección, es necesario hacerlo desde bien pequeños.
Recuerdo como mi prima en el parvulario, cuando apenas hablaba castellano, ya se sabía algunos números y colores en inglés.
Y es que a mi parecer, le hemos dado demasiada poca importancia a esta lengua y ahora cuando nos hemos dado cuenta de ello ya es un poco tarde y no tenemos esa facilidad de aprender como cuando es niño.
Además, no me quejo solo de la tardía edad a la que comenzaban nuestras clases de inglés, si no del bajo nivel que se adquiere al terminar 2º de bachiller. Si no fuera por los cursos de idiomas y las academias en las que muchos de nuestros padres se han gastado los ahorros, nuestra generación no sabría nada de nada.
Gracias a Dios hoy en día las cosas ya no son como cuando nuestra generación empezaba a ir al colegio. Con 21 y 22 años, si fuera por los conocimientos adquiridos en el colegio e instituto muchos no sabríamos ni contar hasta 100 en inglés.
Creo recordar que en mis años se empezaban a dar clases de inglés en 3º de primaria, es decir, con unos 8 años. Ahora las cosas han cambiado y nos hemos dado cuenta que para aprender un idioma a la perfección, es necesario hacerlo desde bien pequeños.
Recuerdo como mi prima en el parvulario, cuando apenas hablaba castellano, ya se sabía algunos números y colores en inglés.
Y es que a mi parecer, le hemos dado demasiada poca importancia a esta lengua y ahora cuando nos hemos dado cuenta de ello ya es un poco tarde y no tenemos esa facilidad de aprender como cuando es niño.
Además, no me quejo solo de la tardía edad a la que comenzaban nuestras clases de inglés, si no del bajo nivel que se adquiere al terminar 2º de bachiller. Si no fuera por los cursos de idiomas y las academias en las que muchos de nuestros padres se han gastado los ahorros, nuestra generación no sabría nada de nada.
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