El "oficio" del taxista

Asier Paino Rodríguez
¿Quién no se ha montado nunca en un taxi y ha sentido que le han cobrado más dinero de lo debido? Esta semana voy a hablar de ese mundo de los taxistas, pero concretamente de la “picardía” que tienen algunos de ellos para hacer más largo el trayecto y por tanto poder cobrarte más. Esta acusación la voy a sustentar en un hecho que me ocurrió a mí junto a dos de mis compañeras hace un tiempo. Nos disponíamos a salir de la residencia de estudiantes del seminario de Derio camino de la estación de autobuses de Bilbao (Termibus), y para ello decidimos pedir un taxi, ya que las comunicaciones entre la residencia y Bilbao son nefastas, pero bueno ese tema de otra queja. Cuando vino el taxi nos montamos los tres compañeros y comenzamos el viaje. Los que conocen la zona saben que los caminos más rápidos son ir por los túneles de Artxanda o por el alto de Enekuri, cuyo importe asciende a unos 20 euros. Pero aquí es donde puede entrar el “oficio” del taxista. Cuando llegamos al punto de la entrada de Artxanda vimos que lo pasaba; “va a ir por Enekuri”, dijimos nosotros ingenuamente. Al llegar al desvío de Enekuri vimos que también se lo saltaba, y que se dirigía hacia el puente Rontegui para llevarnos hasta Termibus por Sagrado Corazón, lo que aumenta el precio de la “carrera” hasta casi el doble, además de tardar bastante más tiempo en el trayecto. Ante nuestro asombro decidimos decirle al chofer que porque “nos daba ese rodeo”. En ese momento y sin decir nada el conductor, percibiendo que sabíamos el recorrido, decidió parar el taxímetro y cobrarnos el dinero que cuesta por la otra dirección. Al final pagamos 20 euros, pero si no llegamos a conocer el camino, hubiéramos tenido que pagar el doble. Por tanto y ya que los taxistas no van a cambiar sus costumbres, tengamos nosotros el cuidado de indicarles la dirección por la que acudimos al destino y si no la conocemos preguntar a alguien antes, para intentar que nos engañen.