Maider Gamito Cano
Tras escribir esta entrada habré quedado como la más rata de toda la Universidad, pero no me importa porque en estos tiempos de crisis la pela es la pela. Estaba yo el otro día en clase haciendo acto de presencia, cuando de repente malas influencias de mí alrededor, de las cuales únicamente diré sus iniciales, me persuadieron para ausentarme en las siguientes clases.
A.H, N.O e I.C, fueron los sujetos culpables de que yo me montase en una Picasso, y apareciese en Indautxu en horas lectivas. Hasta ahí todo perfecto, pero como no conocíamos la zona, nos metimos en el primer bar que vimos, el “Caos”. Como hacía frío, se nos antojó algo calentito, ¿y qué mejor que un Cola Cao? Tras media hora de espera, ya que la camarera nos los preparó a ritmo caribeño, llegó el susto.
¿Cuánto es?, preguntamos inocentes. Son ocho euros, respondió. ¿Ocho euros? ¡La virgen de la cabeza!, exclamamos para nuestros adentros. Y es que vale que estemos en Bilbao, pero no deja de ser un vasito de leche con un poco de cacao…
No se si fue por el frío o por lo mucho que nos costó, pero hay que reconocer que el Cola Cao nos supo a gloria.
Tras escribir esta entrada habré quedado como la más rata de toda la Universidad, pero no me importa porque en estos tiempos de crisis la pela es la pela. Estaba yo el otro día en clase haciendo acto de presencia, cuando de repente malas influencias de mí alrededor, de las cuales únicamente diré sus iniciales, me persuadieron para ausentarme en las siguientes clases.
A.H, N.O e I.C, fueron los sujetos culpables de que yo me montase en una Picasso, y apareciese en Indautxu en horas lectivas. Hasta ahí todo perfecto, pero como no conocíamos la zona, nos metimos en el primer bar que vimos, el “Caos”. Como hacía frío, se nos antojó algo calentito, ¿y qué mejor que un Cola Cao? Tras media hora de espera, ya que la camarera nos los preparó a ritmo caribeño, llegó el susto.
¿Cuánto es?, preguntamos inocentes. Son ocho euros, respondió. ¿Ocho euros? ¡La virgen de la cabeza!, exclamamos para nuestros adentros. Y es que vale que estemos en Bilbao, pero no deja de ser un vasito de leche con un poco de cacao…
No se si fue por el frío o por lo mucho que nos costó, pero hay que reconocer que el Cola Cao nos supo a gloria.
De rata nada, es eso, una cosa es que estemos en Bilbao y otra que te cobren el colacao a dos pavazosss!!un robo desde luego.
ResponderEliminarLara
Señorita Maider, es verdad que nos clavaron dos pavazos por un cola cao que tardaron minimo un cuarto de hora en prepararlo...pero a que mereció la pena???? Hay que tener en cuenta que la vida social en la universidad es muy importante, y que porque se haga una pira de vez en cuando, tampoco importa...si total, para lo que estabamos haciendo aquel día...y una cosa tiene que quedar bien clarita, que nadie la obligó a venir!!!! jajajajaja
ResponderEliminarAtentamente, una de las que le influye.
vaya cara tiene señorita!!! Soy yo, y la cobro 3!!!
ResponderEliminarAtentamente: I.C.