domingo, 21 de marzo de 2010

RADARES, UN SINÓNIMO DE LUCRO.


SAMIRA HIDALGO FERNÁNDEZ.

Cuando circulo por cualquiera de nuestras carreteras y autopistas no voy nada tranquila, porque se que más de 780 radares me están acechando. Sólo unos pocos se encuentran situados en puntos negros y quieren que pensemos que no lo hacen para recaudar. Si en la autopista mantengo el pie en el acelerador a 120 km/h y de repente hay una pendiente y el coche se me envala unos 10km/h más durante unos 3 segundos como haya un radar, antes de frenar"zas", ya estoy cazada. No estoy en contra de los Radares que de verdad velan por nuestra seguridad porque hay un peligro patente, ¡pero es que son estos tan pocos!; Así que no me extraña que los conductores que tengan que coger el coche habitualmente nos sintamos criminalizados y que vayamos más pendientes de no pasar el cuentakilómetro de velocidad ni 10km/h que de la conducción. Como si no tuviesemos bastante con estar pendientes de las señales, los otros vehículos y peatones y cualquier imprevisto que pueda darse, ahora hay que observar con atención si tenemos a nuestra derecha a una de esas cajas tan orteras amarillas fosforito, o si algún coche parado en el arcen puede contener un radar.
Y luego dicen que es por nuestro bien, que no pueden conducir por nosotros. Pero entonces por qué ponen radares en lugares sin sentido, en rectas que no acarrean mayor problema, si más adelante hay curvas y no hay radar, ¿no es ahí donde realmente debería estar?.
La velocidad hay que cumplirla siempre, eso está claro, pero hay veces que esos límites no tienen sentido alguno y muchos de ellos son imposibles de cumplir porque si no ese tramo de la carretera se transformaría en un auténtico caos...en fin; bueno, chavales, tendremos que tener cuidado con el coche (el que saca la foto), y con el nuestro también.

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