Iván Jaspe Gordo
En esta entrada lo que voy a hacer no es exactamente una queja. Más bien es una pequeña sugerencia que me ha venido a la cabeza a raiz de una cosa que me ha pasado hace escasos 15 minutos.
Acaba de meterme en el coche, felizmente aparcado fuera de la zona OTA, para volver a casa. Mientras procedo a hacer todas esas cosas que uno hace para estar cómodo antes de arrancar y veo que un jóven, con una furgoneta de trabajo estilo ford transit (Madera de protección que inutiliza el retrovisor interior, cristales sustituídos por chapa,...) me pregunta que si voy a salir. Con un escueto gesto afirmo mi marcha y veo como procede a desplazarse hacia atrás para dejarme despejar el aparcamiento. En milésimas de segundo se comienzan a escuchar pitidos y en la siguiente milésima ruído de plástico y chapa rompiéndose.
Haciendo un esfuerzo por mirar lo que ha pasado, llego a intuir detrás de la furgoneta una extraña forma, confirmando, nada más salir del coche que es un smart colocado justo en medio del carril, con el conductor visiblemente enfadado.Por su colocación, los extremos de la furgoneta sobresalían unos 35 cm a cada lado del smart, lo que le hacía al pequeño motorizado totalmente invisible por los retrovisores exteriores.
Por situaciones como esta, mi sugerencia-queja de esta semana es que, las personas que conduzcan este vehículo tan ligero como minúsculo, por su seguridad, tengan en cuenta que hay ocasiones en las que son totalmente invisibles ante el resto de vehículos que le preceden y deberían conducir en un extremo de su correspondiente carril. Ésto haría perceptible su presencia ante vehículos de mayor envergadura que, en otra ocasión, pueden no moverse tan lentamente o ser trailers de 12 metros de largo y varias toneladas de peso.
En esta entrada lo que voy a hacer no es exactamente una queja. Más bien es una pequeña sugerencia que me ha venido a la cabeza a raiz de una cosa que me ha pasado hace escasos 15 minutos.
Acaba de meterme en el coche, felizmente aparcado fuera de la zona OTA, para volver a casa. Mientras procedo a hacer todas esas cosas que uno hace para estar cómodo antes de arrancar y veo que un jóven, con una furgoneta de trabajo estilo ford transit (Madera de protección que inutiliza el retrovisor interior, cristales sustituídos por chapa,...) me pregunta que si voy a salir. Con un escueto gesto afirmo mi marcha y veo como procede a desplazarse hacia atrás para dejarme despejar el aparcamiento. En milésimas de segundo se comienzan a escuchar pitidos y en la siguiente milésima ruído de plástico y chapa rompiéndose.
Haciendo un esfuerzo por mirar lo que ha pasado, llego a intuir detrás de la furgoneta una extraña forma, confirmando, nada más salir del coche que es un smart colocado justo en medio del carril, con el conductor visiblemente enfadado.Por su colocación, los extremos de la furgoneta sobresalían unos 35 cm a cada lado del smart, lo que le hacía al pequeño motorizado totalmente invisible por los retrovisores exteriores.
Por situaciones como esta, mi sugerencia-queja de esta semana es que, las personas que conduzcan este vehículo tan ligero como minúsculo, por su seguridad, tengan en cuenta que hay ocasiones en las que son totalmente invisibles ante el resto de vehículos que le preceden y deberían conducir en un extremo de su correspondiente carril. Ésto haría perceptible su presencia ante vehículos de mayor envergadura que, en otra ocasión, pueden no moverse tan lentamente o ser trailers de 12 metros de largo y varias toneladas de peso.
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