Jon Larrinaga
Todo el mundo es consciente de los peligros de la carretera de hoy en día tanto en las ciudades como en las autopistas, por no mencionar la tasa de mortalidad ocasionada por accidentes de tráfico actualmente, lo que nadie podía imaginar es que ésta situación también se diesen en los pequeños pueblos, donde se circula generalmente por estradas. Concretamente hablamos de la zona Santamaría de Getxo, donde la velocidad máxima permitida es de 20 km/h, y para los conductores, por ciencia infusa, la velocidad mínima es de 60 km/h. Estamos hablando de estadas, unos pequeños caminos de doble sentido donde apenas hay espacio para dos coches que circulen en direcciones opuestas, abundan los animales de compañía, la visibilidad es escasa y la mayoría de los peatones son ancianos descuidados.
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