Jorge Cebrián Salvador
Mi queja de esta semana va dirigida a la vida estresante que llevamos la mayoría de las personas hoy en día. Si nos paramos a pensar en la vida que llevamos, estoy seguro de que todos nos asustaríamos un poquito. Creo que hemos llegado a un punto en el que no sabemos diferenciar la importancia que tienen las cosas y les damos muchísima más importancia de la que en realidad tienen, sin darnos cuenta de que nos estamos haciendo muchísimo daño tanto física como psicológicamente sin que eso sea verdaderamente necesario. Es lógico que nos preocupemos por el trabajo, la universidad, los exámenes o por otras muchas cosas, pero la preocupación debe ser en su justa medida, y creo que todos tenemos que aprender a darle a todo eso la importancia que se merece, ni más ni menos. En ocasiones, si lo pensamos, nos daremos cuenta de que le hemos dado demasiada importancia a alguna circunstancia y que lo hemos pasado realmente mal. Al cabo de un tiempo, nos damos cuenta de que tampoco fue para tanto, pero ese daño ya se lo has provocado al cuerpo.
Yo desde aquí propongo una cosa: Vamos a tomarnos la vida con más relajación, dándole por supuesto importancia a las cosas y a los problemas, pero sin exagerarlos. ¡Cada uno de nosotros valemos mucho más que cualquier obstáculo que la vida nos presente!
Yo desde aquí propongo una cosa: Vamos a tomarnos la vida con más relajación, dándole por supuesto importancia a las cosas y a los problemas, pero sin exagerarlos. ¡Cada uno de nosotros valemos mucho más que cualquier obstáculo que la vida nos presente!
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