Lara Espino Rodríguez
No recuerdo exactamente la normas de circulación en general y en particular la velocidad máxima a la que tienen que circular los autobuses de servicio público. Lo extraño es que aunque no las recuerde tenga tan claro que la velocidad a la que circulan los autobuses de la compañía de transportes Bizkaiubus por las maravillosas carreteras de todo Bikaia y más concretamente los que circulan con destino la universidad o tu casa no sea del todo correcta.
Si en algún momento sufres de vértigo no subas a uno de estos vehículos porque si el tramo tiene demasiadas curvas tu destino más próximo será urgencias. Y si por lo que sea no sufres de nada, más que de sueño y de aburrimiento por tener que pasar tu día sentad@ en el estupendo moviliario universitario de Leioa agárrate bien a tu asiento o en una de esas curvas pueden llegar pasarte varias cosas: 1 que salgas despedido sin darte la menor cuenta y el susto no te lo quite nadie, 2 que si por lo que sea no conoces a tu compañero de viaje el meneo que le vas a meter en un momento llegará a sacarte los colores y 3, si disfrutas de un viaje más o menos placentero sin ni siquiera darte cuenta de que la babilla empieza a colgarte, todo acabará repentinamente y tu cara de tont@ sustituirá al relajo con el que viajabas antes del vaivén bizkaiubusero. Consecuencias finales una vez pones tus pies en tierra firme: 1 dolor de cabeza, 2 ganas de echar la pota y 3 acordarte de la pobre madre del conductor.
Yo no sé si es porque están hartos de hacer el mismo trayecto y acaban de nosotros hasta dónde todo el mundo se imagina o simplemente utilizan su peculiar forma de conducir para descargar la ira que no descargan en casa.
Pero no estaría mal que con el 1,30 e (si no tienes la tarjetita verde) y 1.05 e (si sí la tienes) te prestaran un casco, un abanico, una bolsa de plástico y demás útiles para evitar el devaneo de estos vehículos cuyos trayectos habituales pueden llegar a acarrear un problema de salud mental y como no, físico. Con o sin ironía sí que deberían ir un poco más despacio o por lo menos tomar las curvas y coger las rotondas con más delicadeza y a una velocidad moderada.
Si en algún momento sufres de vértigo no subas a uno de estos vehículos porque si el tramo tiene demasiadas curvas tu destino más próximo será urgencias. Y si por lo que sea no sufres de nada, más que de sueño y de aburrimiento por tener que pasar tu día sentad@ en el estupendo moviliario universitario de Leioa agárrate bien a tu asiento o en una de esas curvas pueden llegar pasarte varias cosas: 1 que salgas despedido sin darte la menor cuenta y el susto no te lo quite nadie, 2 que si por lo que sea no conoces a tu compañero de viaje el meneo que le vas a meter en un momento llegará a sacarte los colores y 3, si disfrutas de un viaje más o menos placentero sin ni siquiera darte cuenta de que la babilla empieza a colgarte, todo acabará repentinamente y tu cara de tont@ sustituirá al relajo con el que viajabas antes del vaivén bizkaiubusero. Consecuencias finales una vez pones tus pies en tierra firme: 1 dolor de cabeza, 2 ganas de echar la pota y 3 acordarte de la pobre madre del conductor.
Yo no sé si es porque están hartos de hacer el mismo trayecto y acaban de nosotros hasta dónde todo el mundo se imagina o simplemente utilizan su peculiar forma de conducir para descargar la ira que no descargan en casa.
Pero no estaría mal que con el 1,30 e (si no tienes la tarjetita verde) y 1.05 e (si sí la tienes) te prestaran un casco, un abanico, una bolsa de plástico y demás útiles para evitar el devaneo de estos vehículos cuyos trayectos habituales pueden llegar a acarrear un problema de salud mental y como no, físico. Con o sin ironía sí que deberían ir un poco más despacio o por lo menos tomar las curvas y coger las rotondas con más delicadeza y a una velocidad moderada.
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