Elisa Fernández Perojo
Hoy, ha sido uno de esos días en los que no tenía ni pizca de ganas de subir a la universidad. No penséis que tenía unos planes maravillosos o que me he quedado toda la tarde tumbada en el sofá, porque no es así. Todo es mucho más sencillo, es un problema de dinero.
Aprovechando que todo el mundo habla de la crisis, yo voy a hablar de la nuestra en particular, la de los cientos de estudiantes que a diario nos dejamos alrededor de 2€ en subir a la universidad, y eso que pagamos con creditrans.
Si por una casualidad de la vida se te ocurre olvidar tu preciado creditrans en casa, el billete asciende a 1.30€ la ida y 1.30€ la vuelta. Para que nos hagamos una idea, unas 500 pesetas de las de antes. Es increíble pensar como han cambiado los tiempos. Mi madre me ha contado alguna vez que con 500 pesetas salía un sábado de fiesta y todavía llegaba a casa con dinero.
Esto no es todo, porque lo que de verdaderamente se me hace extraño es que en una ciudad, como es Bilbao, en la que se presume de ser una de las más modernas y avanzadas, no existe un bono de autobús para estudiantes, porque yo, que soy de pueblo, he de decir que en mi localidad hacen uso de ello. En definitiva, es una vergüenza que para viajar en metro, o para los jubilados, sin ánimo de ofender, existan bonos de descuento y que los usuarios de Bizkaibus no podamos disfrutar de dichos privilegios.
Hoy, ha sido uno de esos días en los que no tenía ni pizca de ganas de subir a la universidad. No penséis que tenía unos planes maravillosos o que me he quedado toda la tarde tumbada en el sofá, porque no es así. Todo es mucho más sencillo, es un problema de dinero.
Aprovechando que todo el mundo habla de la crisis, yo voy a hablar de la nuestra en particular, la de los cientos de estudiantes que a diario nos dejamos alrededor de 2€ en subir a la universidad, y eso que pagamos con creditrans.
Si por una casualidad de la vida se te ocurre olvidar tu preciado creditrans en casa, el billete asciende a 1.30€ la ida y 1.30€ la vuelta. Para que nos hagamos una idea, unas 500 pesetas de las de antes. Es increíble pensar como han cambiado los tiempos. Mi madre me ha contado alguna vez que con 500 pesetas salía un sábado de fiesta y todavía llegaba a casa con dinero.
Esto no es todo, porque lo que de verdaderamente se me hace extraño es que en una ciudad, como es Bilbao, en la que se presume de ser una de las más modernas y avanzadas, no existe un bono de autobús para estudiantes, porque yo, que soy de pueblo, he de decir que en mi localidad hacen uso de ello. En definitiva, es una vergüenza que para viajar en metro, o para los jubilados, sin ánimo de ofender, existan bonos de descuento y que los usuarios de Bizkaibus no podamos disfrutar de dichos privilegios.
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